“Con estupor tomamos las últimas fotografías posibles, un patético modo de certificar la experiencia o de convertirla en colección. Pareciera que la fotografía quiere jugar este juego vertiginoso, liberar a lo real de su principio de realidad, liberar al otro de su principio de identidad y lanzarlo a la extrañeza. Más allá de la semejanza y de la significación forzada, más allá del “momento Kodak”, la reversibilidad es esta oscilación entre la identidad y el extrañamiento que abre el espacio de la ilusión estética, la des- realización del mundo, su provisional puesta en paréntesis”.
Jean Baudrillard, El otro por sí mismo.
Registro fotográfico de transferencias en madera.
Impresiones en papel algodón,
60 x 40 cm.
2014
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